Si queremos oir algún sonido que no sea el irritante pitido del altavoz, debemos instalar una tarjeta de sonido. La más corriente es la del tipo “16 bits”, aunque las de tipo “WAVETABLE” ó “TABLA DE ONDAS” (llamadas a veces “32”) suenan bastante mejor, y cada vez son más baratas. hay que aclarar que ese “32” no son bits, sino numero de voces (instrumentos midi) que pueden ser reproducidas simultaneamente. He de decir que he encontrado muchos mas problemas en las tarjetas de tipo “compatible” que en las originales de fabricantes con cierto nombre. En principio no tiene por qué haber problemas, pero los hay.
Estas tarjetas están diseñadas para zócalos ISA de 16 bits, y disponen de una serie de conectores de entrada y salida de audio, además de un interface para palanca de juegos “Joystick” (la gran mayoría).
Instalación:
De igual forma que si de una tarjeta de video se tratase, la tarjeta de audio ha de instalarse en un zócalo libre de la placa base (esta vez uno del tipo ISA), y atornillar la plaqueta de fijación a la caja. Además, si se dispone de lector de CD-ROM, habrá que conectar los terminales “CD IN” de la tarjeta al conector “AUDIO OUT” del CD-ROM, para poder oir los discos compactos musicales a través de esta. Mecánicamente, eso es todo. Ahora deberá instalar los disquetes que acompañan a la tarjeta, y que contienen los controladores software y los programas para el manejo de esta. Hecho esto, la tarjeta queda lista.
Posibles problemas.
Si una tarjeta de sonido no funciona ó lo hace mal, el ordenador se bloquea ó cierra aplicaciones inesperadamente, ó sucede alguna otra extraña cosa, generalmente estaremos ante un problema de interrupciones. El sistema Plug And Play no siempre consigue su objetivo, así que la asignación de interrupciones, direcciones y canales DMA habrá de hacerse manualmente. El sistema a seguir es indicar a la tarjeta por software (debe venir acompañada de programas para esto) una interrupción libre, que no esté siendo usada por otro dispositivo. En Windows 95, el icono Sistema del Panel de Control da paso a unas utilidades para conocer las interrupciones, direcciones y canales DMA utilizados. En MS-DOS, la utilidad MSD hace algo parecido. Estos problemas son a veces un auténtico dolor de cabeza, cuyo remedio está en la paciencia.
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