Para leer discos compactos (CD) se necesita un lector de CD-ROM, que es un dispositivo dependiente del ordenador y controlado por este. Estos lectores admiten tanto discos compactos musicales como CD-ROM, y se han hecho prácticamente indispensables para usos generales. Con un tamaño ajustado al hueco de 5 ¼ “ de la caja del ordenador, el lector se distingue por el aspecto de la parte que queda hacia afuera, la cual tiene recuerda a los lectores de discos compactos musicales de los equipos de sonido, pues al igual que estos, dispone de una bandeja que puede ser extraida mediante la pulsación de un botón, para colocar el disco en ella.
Tipos y rendimiento:
Desde su aparición, ha ido evolucionando sobre todo en velocidad de lectura, de forma que al primer lector le siguió otro llamado “de doble velocidad” ó 2x, que como el nombre indica, doblaba la velocidad de lectura de datos. Le siguieron otros de 6x, 8x, 10x, 12x y 16x. Esta referencia al múltiplo de la velocidad, en realidad no significa que un lector de 10x pueda leer un disco a 10 veces la velocidad del primer tipo, pues hay que tener en cuenta lo siguiente: En cualquier unidad lectora de discos del tipo que sea, hay una tasa que mide la velocidad a la que la ó las cabezas lectoras transfieren el contenido del disco a la controladora, y un tiempo de acceso a las pistas. Como los discos están formados por pistas (circunferencias concéntricas), la cabeza lectora debe desplazarse hasta la que contiene el dato solicitado, y esto implica un tiempo. Bien, la tasa anteriormente citada se corresponde con el tipo de lector (4x, 8x, 10x), pero el tiempo de acceso a las pistas no. Ocurre con frecuencia que un lector 10x con un tiempo de acceso medio a las pistas muy grande, tarda más tiempo en leer un conjunto de datos que otro de 8x con un tiempo de acceso a las pistas bastante menor, porque ha tenido que acceder a muchas pistas diferentes. La producción de lectores de CD-ROM de bajo coste, ha traido como consecuencia este desequilibrio entre velocidad de lectura-tiempo de acceso. Por último, señalar que no es necesario disponer además de una tarjeta de sonido para oir un disco compacto, sino que puede hacerse con un auricular ó altavoces pequeños a traves de la salida que existe en el frontal (Windows 3.x requiere instalar el controlador “AUDIO CD MCI”).
Instalación:
El lector de CD-ROM ha de colocarse en uno de los huecos anchos (5 ¼ “) de la caja del ordenador, conectarle la alimentación y el cable de datos (recuerde la posición de la banda roja). Esto está en estrecha relación con la instalación del disco duro, ya que utiliza la controladora IDE. La forma más común de conectarlo es poniendolo como esclavo en el IDE primario (si es que hay un solo disco duro). Vea la figura 1.10.1. Cualquiera de estos dispositivos podría ser el lector de CD-ROM, a excepción del PRIMARIO MAESTRO, que debe reservarse para el disco duro principal. Igual que en el caso de los discos duros, la elección maestro/esclavo, se hace mediante un jumper en la parte trasera de la unidad lectora. En principo, no hay razón para no conectar en un mismo puerto IDE, un disco duro y un lector de CD-ROM, pero en la práctica, se ha presentado algún que otro caso. Téngalo en cuenta.
Una vez montado, compruebe el correcto funcionamiento del disco duro, para asegurarse de que el lector no ha interferido en la comunicación del primero, e instale los controladores software (disquete que acompaña al lector). Una vez hecho esto, la unidad debe funcionar perfectamente.
Si ha ocupado todas las conexiones IDE con discos duros, le queda la alternativa de utilizar la conexión IDE que suelen incorporar las tarjetas de sonido. En este caso, el controlador de software a utilizar será el suministrado con la tarjeta de sonido, y deberá seleccionar el tipo MAESTRO en el lector.
El lector dispone en la parte trasera de un conector “AUDIO OUTPUT” (salida de audio) que tiene el fin de conducir el sonido de un disco compacto musical a la tarjeta de sonido, la cual dispone también de un conector para este fín. El cable para hacer esta conexión suele acompañar al lector, y a veces a la tarjeta de sonido.
Posibles problemas.
No hay muchos problemas posibles en la instalación de un lector, a excepción de los ya descritos para otros dispositivos (mala conexión, disposición maestro/esclavo incorrecta, etc.), aunque cabría señalar que algunos SETUP permiten desactivar un puerto IDE, por lo que si no hay comunicación con el lector, no estaría de más revisar esta utilidad.
Algunos lectores se resisten a leer discos de determinado formato, como algunos grabados en casa con una grabadora de CD, ó algunos CD musicales de larga duración. Esto no es una avería, solo una limitación de algunos modelos.
La mayoría de los lectores, dispone de algún sistema para la apertura de la bandeja sin necesidad de alimentación eléctrica, como medida de emergencia. En la mayoría suele consistir en un pequeño taladro que hay en la parte frontal, por el que se puede introducir un alfiler ó algo muy fino, de forma que actue sobre el mecanismo de cierre y libere la bandeja. ¡ No olvide el disco dentro !
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